Sturm und drang y romanticismo (para 6to)

Estimados alumnos/as:

Como bien han compartido muchos de ustedes, el Sturm und drang es una corriente literaria que ocurrió a finales del siglo XVIII, en Alemania, como reacción a la Ilustración, y que para muchos es el primer paso en la formación de un movimiento que seguirá y profundizará sus propuestas: el romanticismo. Así es: hablar de Sturm und drang es como hablar de un romanticismo en pañales, en sus inicios: un pre-romanticismo.

Como bien saben, la Ilustración fue un período de oro en lo que refiere a los avances y conquistas de la razón, en todos los planos del saber, sobre todo en la filosofía y en la ciencia. Este avance de la razón venía dándose ya desde el Renacimiento, que para muchos inicia en el siglo XV después de la caída del Imperio Romano. Del Renacimiento en adelante, entonces, la razón como instrumento humano fundamental fue tomando mayor protagonismo. Basta pensar en el “Pienso, luego existo” de Descartes o en lo que dijo otro filósofo de esta época, Hegel: “Todo lo real es racional, todo lo racional es real”. En la Ilustración, pues, encontramos el punto más alto y esplendoroso de la razón. Obviamente que en el arte también hallamos un reflejo nítido de esa racionalidad.

El Enciclopedismo es un movimiento ejemplar de dicho período. Dos intelectuales franceses, apellidados Diderot y D’Alembert, siendo coherentes con la idea de que un pueblo ilustrado es un pueblo libre, se embarcan en la confección de la primera enciclopedia. Acuden a diversos intelectuales para la redacción de los textos con el objetivo de compactar todo el conocimiento en un solo libro para facilitar el acceso a la información.

Son tiempos donde reina el neoclasicismo, una forma artística que reflota o remonta los criterios del arte clásico griego y romano de la antigüedad. ¿De qué se trata? Sería largo explicarlo pero, en resumen, el arte neoclásico se basa en la imitación de la realidad. Entienden que la obra de arte debe reflejar lo real con la mayor precisión posible. ¿Cómo lograrlo? Respetando factores netamente racionales. Así, el neoclasicismo es considerado por muchos una forma muy equilibrada, proporcionada, que busca la medida justa y el equilibrio perfecto, pero que para lograrlo se ciñe o encorseta en moldes, parámetros o normas bastante rígidas, las cuales no pueden ser desobedecidas o readaptadas por el creador.

Contra este esplendor de la razón es que viene a irrumpir el Sturm und drang, manifestando una posición muy distinta respecto al arte y al ser humano. “El verdadero hombre es el que se estremece”, decía Goethe. Es decir que el hombre no es solamente razón, también está atravesado por pasiones. Sentimos ira, envidia, nos enamoramos locamente, perdemos muchas veces el control y actuamos por impulso. Las pasiones a menudo dominan a la razón: son intensas, inestables, enigmáticas, misteriosas

Sintetizando diversos aportes que muchos de ustedes han hecho al blog, podríamos decir que este movimiento viene a rechazar los ideales de la Ilustración y del neoclasicismo: lo que también equivale a decir que ejercen un ataque hacia el racionalismo. Proponen un arte más visceral, de las entrañas, ligado a las pasiones y a los desbordes de la imaginación. Lo mágico, lo misterioso, lo sobrenatural, les parecerá particularmente interesante. No pretenden imitar la realidad (como los neoclásicos) sino transformarla. Porque para la razón la realidad es una sola, pero la realidad mirada desde el sentimiento personal difiere, se multiplica, y entonces aparecen tantas verdades como sujetos.

Si el arte neoclásico destaca la objetividad de la razón y el cálculo o diseño de la obra de arte, el pre-romanticismo exaltará la subjetividad, es decir, la mirada personal y conectada a lo sentimental e individual. El individuo y su interior es la verdadera clave. Si el arte neoclásico valora la obra acabada, cerrada y perfecta, los pre-románticos y románticos buscarán una obra más abierta, imperfecta e inacabada. El ánimo dominante, como ven, es rebelde y orientado a la ruptura y la búsqueda de libertad creadora. Miran a la naturaleza no de modo científico, sino afectivo. Establecen permanentes relaciones entre el comportamiento de la naturaleza y el sentir humano porque (como alguien dijo en los comentarios) se adhieren a una concepción teológica y filosófica llamada panteísmo: es decir que creen que todas las cosas provienen de una única entidad suprema, Dios, y que por tanto cualquier cosa se halla íntimamente relacionada al resto.

Los románticos, de hecho, nos recuerdan todo el tiempo que la vida humana está cargada de experiencias que la razón no ha sabido explicar completamente: el amor, la muerte, la angustia existencial, la soledad, etcétera.

Prefieren los escenarios oscuros y decadentes. En los textos de esta época, por ejemplo, se produce una notable literatura de fantasmas, espectros o apariciones. El pensamiento supersticioso o de leyenda les viene como anillo al dedo para ejercer este ataque al racionalismo ilustrado.

Muchos autores de esta época (Goethe es una ilustre excepción) ejercen esta concepción de la vida no solo en el arte, sino en sus propias formas de vivir. La mayoría de pre-románticos o románticos fueron andariegos, trotamundos, viajeros, hombres con adicciones y sentimientos oscuros, enfermos, locos y dementes. Vivían con intensidad, amaban con intensidad, viajaban con intensidad, y hasta morían intensamente. Artistas al rojo vivo. Mencionaba las adicciones porque es cierto que muchos autores de este período se dieron al consumo de ciertas sustancias para dislocar o trastocar sus modos de percepción. Sin embargo, hay que aclarar algo ahora mismo: los grandes autores de la literatura romántica no fueron genios porque bebieran alcohol o fumaran opio, sino a pesar de ello. Quiero decir que ni siquiera la adicción logró derrumbar al talento. Lo triste es que, desde entonces, se elaboró un mito, una ruin falacia que asocia al genio artístico con el consumo de estupefacientes. Falso. Para escribir bien hace falta talento, trabajo, disciplina y originalidad. El gran ejemplo de estas virtudes y de este período fue el señor J.W. Von Goethe.

A los efectos de complementar lo que muchos investigaron (¡y muy bien!), escuchen este audio donde el escritor y conductor de radio Alejandro Dolina, habla de nuestro autor:

https://www.youtube.com/watch?v=c4pcIaBgcAU

Pueden dejarme en los comentarios la parte del audio que más les gustó, y explicarme por qué. Estaré pendiente y curioso de leerlos.

Vayan armándose en el cuaderno una síntesis de estos contenidos. O siéntanse libres de copiar el texto a sus cuadernos.

Un abrazo extensivo a todos.